El autor y su obra

Miquel Toldrà: una vida dedicada a pintar

Miquel Toldrà fue un artista autodidacta, discreto y profundamente entregado a su pasión: la pintura. Nacido con un instinto natural para el arte, jamás buscó el reconocimiento ni la fama. Su vida transcurrió en silencio creativo, entre pinceles, óleos y lienzos, pintando lo que sentía, lo que observaba y lo que amaba. Falleció en 2020, a los 93 años, después de más de tres décadas consagrado a su obra, sin dejar de crear hasta sus últimos días.

Nunca quiso vender sus cuadros ni exponerlos. Pintaba porque lo necesitaba, porque era su manera de expresar y comprender el mundo. Hoy, su familia honra ese legado compartiéndolo con el público desde su hogar, Cal Toldrà, convertido en una exposición permanente.

Se exhiben cuatro cuadros de flores en un caballete.
Un edificio blanco con balcones llenos de flores.

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Un legado de autenticidad y emoción

Miquel Toldrà dejó tras de sí más de 800 cuadros al óleo, una impresionante muestra de constancia, sensibilidad y evolución artística. Su obra abarca temas como las composiciones florales, flores, paisajes y algunas incursiones en la figura y el bodegón, siempre desde un enfoque realista y lleno de humanidad.


Cada pintura es un reflejo de su mundo interior: la calma de quien no tenía prisa, la paciencia del que pinta sin esperar nada a cambio, y la mirada sensible de quien encuentra belleza en lo cotidiano. Toldrà no necesitaba más que sus colores y su entorno para construir un universo visual tan íntimo como poderoso.

Valores que inspiran

Los valores que guiaron la vida y obra de Miquel Toldrà siguen presentes en cada rincón de Cal Toldrà:

Humildad

al no buscar nunca la validación externa.


Pasión por el arte

plasmada en cada trazo.


Compromiso con lo auténtico

alejado de las modas y tendencias.